Todos los padres quieren que sus hijos sean felices, exitosos y completos. Si bien ninguna escuela puede garantizar la "felicidad", en JCG tratamos de desarrollar el sentido de sí mismo de un estudiante, su confianza para afrontar los retos con una sonrisa y su comprensión de dónde encontrar apoyo, con la certeza de que siempre se le dará.

Creemos que es artificial separar la atención pastoral de la académica, ya que ambas están intrínsecamente relacionadas. Nuestro equipo de apoyo a los alumnos tiene una visión general detallada, comprende y aprecia a cada alumno del colegio y los progresos que realiza en todos los aspectos de su desarrollo. Al incorporarse a la escuela, los alumnos son asignados a un grupo de tutores. Se reúnen con su tutor dos veces al día; el tutor llega a conocer muy bien a los alumnos de su grupo. El tutor es también el primer punto de contacto para los padres. Los tutores suelen permanecer con sus grupos durante todo el curso y supervisan su bienestar, su progreso y su participación en actividades extraescolares. Además del equipo de tutores, los alumnos tienen acceso a un orientador a tiempo completo, a subdirectores del centro y a auxiliares pedagógicos formados para ofrecer apoyo emocional y académico. Cada curso está supervisado por su director o director de sexto, bajo la dirección del subdirector de Progreso y Bienestar.